Beautiful


Intentaba gritar pero se ahogaba en sí misma. Si conseguía aunar algo de fuerzas, se evaporaban con una facilidad asombrosa ante cualquier imprevisto. 

Aquella maldita maleta que cargaba con ella iba demasiado llena, en algún momento iba a explotar. La cremallera cerraba a duras penas y las ruedas estaban rotas. Solo podía arrastrarla, y además tenía que ser sobre aquel horrible suelo pedregoso. 



Dejar algo por el camino era impensable, tenía que conservarlo todo. Todas las fotos, todas las entradas, todos los recuerdos, todos los aromas y todos los momentos. Cualquier detalle era indispensable, una fibra de su camiseta, un mechón de pelo, una calle por la que un día pasaron, una canción, un helado que un día compartieron, un atardecer, un amanecer, una siesta, varias carcajadas, todos los llantos, algún grito, momentos de tranquilidad...

Esa maleta pesaba como pesa una vida

Un día de estos voy a tirar esa maleta por ahí de una patada


"Hay noches en las que si no fuera por la maldita gravedad, yo, me arrojaría al cielo"



1 comentario:

  1. Excelente post OUCH, me gusta visitarte y leerte. Un muy feliz año, saludos desde:
    http://leyendas-de-oriente.blogspot.com/

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