Si yo fuese Dios y tuviese el secreto, haría un ser exacto a ti; lo probaría (a la manera de los panaderos cuando prueban el pan, es decir: con la boca), y si ese sabor fuese igual al tuyo, o sea tu mismo olor, y tu manera de sonreír, y de guardar silencio, y de estrechar mi mano estrictamente, y de besarnos sin hacernos daño... A.G. |
Y se deslizan por su piel,
mis dedos por su piel,
y se enredan en su pelo
en el cual luego yo me pierdo.
Los rayos nos alcanzan,
la luz penetra por las ventanas
atrapándonos así la mañana.
Despierta y me mira,
todos los colores que desprende brotan de su mente.
Nuestras manos están turbias,
pero en sus ojos puedo ver la claridad,
puedo ver esa pureza.
fotos: suecia
Que dulce, vuelven a mi recuerdos. un beso
ResponderEliminarLih